Definitivamente, parece que Bibliópolis se ha erigido como
la editorial que más arriesga actualmente trayéndonos
autores del género fantástico desconocidos de tradición
no anglosajona. A los casos más recientes de Sapkowski y Eschbach ahora hay que añadir a la lista un nombre nuevo: El del ruso
Kiril Yeskov. Este autor ha escrito El Último Anillo.
Un libro del cual hay mucha cosa a decir, mucha.
Empecemos: Pero empecemos por un final pues Kiril Yeskov se ha
atrevido a tocar lo intocable, pue sEl Último Anillo empieza ¡explicando el final de la Guerra del Anillo! La Guerra
que pone punto y final al libro de fantasía épica
más famoso de todos los tiempos: El
Señor de los anillos. Pero aquí es dónde
Yeskov contribuye con algo de su parte: La historia de El Último Anillo es la historia de los vencidos, la epopeya de los caídos
durante la Guerra del Anillo: Orcos, trolls, sureños
ante de las tropas gondorianas (aquí pietrorianas), de Rohan
y élficas.
El médico de campaña Haladdim recibe un encargo que
le ha trastornará la vida: Tiene que destruir un objeto mágico
que resta en poder de los elfos de Orien (Lorien) antes de cien
días o el mundo llegará a su fin. Y sólo lo
pueden hacer lanzándolo al Fuego Eterno dónde fue
creado. Os suena? Así pues, junto con un sargento orco inician
una aventura imposible, con unas posibilidades ínfimas de
éxito. Una aventura que hace falta planear hasta el último
detalle, a través de la razón y de la ciencia
¿Ciencia? Sí, porque una de las aportaciones más
interesantes de Yeskov es que el enfrentamiento entre Oriente y
Occidente se basa en estas premises: Occidente está formato
por países bárbaros y dictaduras salvajes mientras
que Oriente es un pueblo pacífico con democracias, universidades
y una comunidad científica emergente, representada en su
máximo esplendor en Torreumbría (Barad Dûr)
y su rey: Auron (Sauron). Así, Yeskov cambia los argumentos
de Tolkien a favor de la cultura élfica y coloca a la comunidad orca
como la que tira del carro de la modernidad en Midgard (La Tierra
Mediana). Un hecho que Tolkien no tuvo en cuenta (es difícil
creer que en 3.000 años, sólo hablando de la tercera
edad, la sociedad no evolucionara)
Sí, se trata de un libro de humor, pero no en forma de parodia,
más bien de homenaje a la obra insignia de Tolkien. Yeskov
realiza una continuación de El Señor de los anillos según la visión de los vencidos, la visión
"verdadera", porque ya lo sabemos todos: La historia la
escriben los vencedores.
El autor demuestra por una parte un buen conocimiento de la historia
de la Tierra Media y mediante algunos de los personajes que protagonizaban
El Señor de los anillos (Aragorn/Altagorn; Faramir/Aramir,
Saruman/Searuman, etc
) nos propone una continuación
increíble. Digo increíble por la capacidad que ha
tenido en cambiar la historia y narrarnos una serie de aventuras
que tienen mucho en común con las descritas en El Señor
de los anillos pero realizadas desde el equipo contrario. Esto
sí, no lo ha podido atar todo y se echan de menos referencias
a personajes como Gollum o a ciertos hobbits que sólo deja
comentados brevemente en un pasaje.
Yeskov estructura su libro en cuatro bloques. El primero y el segundo
(muy relacionados) son los más sorprendentes, debido sobre
todo a las muchísimas referencias a la obra de Tolkien. Es
un bloque que te hace sonreír constantemente mientras disfrutas
de la imaginación del autor. El tercer bloque es totalmente
diferente: Yeskov nos introduce en una sub-trama políciaca
que rivaliza con las novelas de Forsyth o Le Carré. Este
es el punto más negativo de la novel a pues el ritmo se ralentiza
mucho y las intrigas de espionaje quedan algo fuera de juego. Tienen
en sí un aire anacrónico, quizás por que nos
recuerdan más a la actualidad y por la carencia de referencias
a la obra tolkiniana. No significa esto que no sea una opción
válida pero sí que rompe bastante con lo que exponía
el autor en la primera y segunda parte. Finalmente, la cuarta parte
vuelve al estilo del inicio y sirve de conclusión para un
libro original, divertido y más que entretenido.
Para acabar, el autor nos presenta un delirante epílogo,
ya fuera del esquema general de la novel.la que acaba de redondear
el trato humorístico de esta.
Kiril Yeskov tiene un estilo distendido, en las casi 450 páginas
que tiene la novela, encontramos reflexiones filosóficas,
aventuras tradicionales, intrigas secretas, referentes históricos
pero todo narrado con este estilo distendido de que hablaba, que
te hace tragar una página tras otra. El autor no es muy amante
de los diálogos, pero sus inmensos párrafos están
escritos con la intención de gustar al lector, de no aburrirlo
(aun cuando a menudo tiene tendencia a irse por las ramas con temas
que tampoco aportan nada a la historia).
Peligros: La novela es una referencia constante a hechos, nombres
y lugares de la novel.la El
Señor de los anillos. Si el lector no se ha leído
esta obra, creo que no disfrutará como es debido de este
homenaje. Esto no impide leer El Último Anillo tranquilamente
pese a no conocer historia tolkiniana
Resumiendo, una obra original, planteada con gracia y desarrollada
con estilo (pero con algunos altibajos). Interesante por como un
autor nos plantea de forma humorística y distendida el hecho
que cualquier historia, por muy firme y/o conocida que sea, puede
ser el resultado de la invención de la facción ganadora
de una batalla o de una guerra.
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